Título: Calaveras en la Noche de Ánimas II |
–Ánimas del Purgatorio,
¿dónde vais con tanta pera?
–Al peral del tío Coloco
a coger las peras buenas
y las malas a dejarlas.
La noche de las ánimas, la que va del 1 de noviembre (Todos Santos) al 2 (Conmemoración de los fieles difuntos) era costumbre de los niños de muchos pueblos de La Rioja el salir por las calles llevando calabazas, remolachas, nabos o pepinos vaciados por dentro e iluminados con una vela, cantando cancioncillas un tanto lúgubres que hacían mención al paseo de las almas en pena que durante esa noche imploraban una oración.
Aguilar del Río Alhama, Cervera y Cornago siguen manteniendo esta tradición. Los caprichos del mundo globalizado en el que vivimos nos han traído una celebración semejante, la de la noche de Halloween, en la que los niños vuelven a ser los protagonistas. La mayoría no han tenido la oportunidad de conocer las tradiciones de su tierra ni las viejas canciones que les acompañaban y se han rendido a los vestidos de brujas, los gorros puntiagudos de las tiendas de disfraces y al socorrido «truco o trato» con el que van pidiendo dinero o regalos por las casas.
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