Título: La pulga y el piojo |
La pulga y el coco se quieren casar
y no hacen la boda por no tener pan.
Salió una hormiguita de su hormigal:
–Hágase la boda que (y)o pongo el pan.
–¡Albricias, albricias, que pan ya tenemos!
por falta de vino no nos casaremos–.
Salió un mosquito de un calabacino:
–Hágase la boda que (y)o pongo el vino.
–¡Albricias, albricias, que vino tenemos!
por falta de berza no nos casaremos–.
Salió un cigarrón de entre aquellas huertas:
–Hágase la boda yo pongo la berza.
–¡Albricias, albricias, que berza tenemos!
por falta de carne no nos casaremos–.
Se asomó un lobo por aquellos cerros:
–Hágase la boda yo pongo un carnero.
–¡Albricias, albricias, que carne tenemos!
por falta de cama no nos casaremos–.
Se asomó un erizo tendiendo sus lanas:
–Hágase la boda yo seré la cama.
–¡Albricias, albricias, que cama tenemos!
por falta de cura no nos casaremos–.
Salió un lagartijo por una hendidura:
–Hágase la boda que yo seré el cura.
–¡Albricias, albricias, que cura tenemos!
por falta padrino no nos casaremos–.
Salió un ratoncito de un montón de trigo:
–Hágase la boda yo seré el padrino.
–¡Albricias, albricias, padrino tenemos!
por falta madrina no nos casaremos–.
Salió una gatita de aquella cocina:
–Hágase la boda yo seré la madrina–.
Estando en la boda se armó un desatino
salió la madrina y se comió al padrino.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.
- Samuel G. Armistead, El romancero judeo-español en el Archivo Menéndez Pidal (Catálogo-Índice de romances y canciones) , 3 v., con la colaboración de Selma Margaretten, Paloma Montero y Ana Valenciano, Cátedra-Seminario Menéndez Pidal, Madrid, 1978.