Título: La infanticida II |
Érase un pobre heladero casado con una dama,
la dama tenía un hijo más hermoso que la plata.
Cuando el padre se iba la dama lo degollaba
con un cuchillo de acero que le traspasaba el alma.
La asadura de aquel niño a los perros se la echaba,
los perros, como animales, la olían y la dejaban.
Cuando el padre venía lo primero preguntaba:
–¿Dónde está mi hijo querido , dónde está mi hijo del alma?
–Come tú, esposo mío, que el niño en la calle anda.
A la primer cucharada la carne del plato habla:
–No me comas, padre mío, que soy tu hijo del alma–.
Al oír esto la dama hacia atrás se retiraba.
La cogió de la cintura y le dio tres puñaladas.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.