Título: Noche magnífica |
Los pastores no son hombres que son ángeles del cielo
que para adorar al Niño ellos fueron los primeros.
Noche magnífica, noche de paz,
bella es la noche de Navidad
que nació el Niño angelical,
rey de los reyes y rey de paz.
Suenen las panderetas, la flauta y rabel,
pastores y zagalas, vamos a Belén
a ver aquel Niño de sumo placer
que es nuestro Dios, Dios de Israel.
Los pastores que supieron que el Niño estaba en Belén
abandonaron los ganados y se echaron a correr.
Noche magnífica, noche de paz…
Viejo villancico que los habitantes de Neila reconocen haber cantado desde siempre en la iglesia al ritmo que le daban las mujeres a la pandera.
Tiene resonancia pastoriles, no solo por el motivo evangélico de que los pastores acudieron al portal después del aviso de los ángeles sino porque los pastores de las zonas merineras recuerdan con orgullo la copla de que ellos fueron los primeros en ir a adorar al Niño.
Bibliografía:
- Helena Ortiz Viana y Javier Asensio García, Neila, folklore y tradición oral, Piedra de Rayo, 2012.